sábado, 2 de diciembre de 2017

Evasión de divisas y los Paradise Papers como evidencia sistémica

Por Bruno Lima Rocha:

Brasil, por desgracia, no está exento de la evasión de divisas. En el ranking de 2012, nuestro país ocupaba la vergonzosa de cuarto mayor volumen de depósitos en el exterior. Así, en tesis, tendríamos que rescatar cerca del 28% del PIB en stock, un monto alrededor de R $ 570 mil millones de reales. Es decir, uno de cada cuatro reales que circularían aquí dejó de alimentar la economía real, no generan ni empleo vivo y tampoco carga tributaria para ser disputada a través de políticas públicas. Estos valores están en "jurisdicciones especiales", también conocidos como "paraísos fiscales" y operan en el límite de la legalidad.


Por más amoral e indigno, no se podría  formalmente acusar de crimen sin las pruebas materiales del acto criminal, bajo el riesgo de tener que responder a un proceso millonario, con severos daños al modesto patrimonio de quien acusa. Los agredidos supuestamente estarían indignados con la "desconfianza". Entonces, sin "acusar", constato lo obvio en las evidencias subsiguientes, ante la última revelación de los depósitos de autoridades y multimillonarios en el extranjero. No será sin duda el último "escándalo", y menos aún la primera revelación de algo sistémico y ordinario como "excepción".

Los multimillonarios y sus empresas matrices, del "norte hegemónico" y en el eje anglo-sajón (EEUU y aliados) cometen permanente evasión fiscal y de divisas. La caída de ingresos es visible, siendo que la carga tributaria, incluso en el "centro del sistema" termina recayendo sobre salario y consumo, incidiendo en cascada en asalariados y jubilados, siendo probable la evasión fiscal y envío de recursos de forma sospechosa incluso en la Unión Que se ha revelado en otro "escándalo", este de los Lux Leaks, siendo que PricewaterhouseCoopers la principal operadora del fraude

La isla de Bermuda (gov.bm) es un territorio ultramarino británico, y aunque tiene cierto estatuto de autonomía, obedece a las reglas del gabinete de la primera ministra y puede sufrir intervención del gobierno londinense. Es considerada una "jurisdicción especial" del Reino Unido, dependiente en el aspecto de defensa y relaciones externas, además de operar como una lavandería del imperio. Las revelaciones contenidas en los llamados Paradise Papers  una de entre varias oriundas.

La clave de interpretación de esta nueva "revelación" es la presencia de un abogado y ex oficial del imperio británico, Reginald Appleby, que abrió una oficina legal en la isla de Bermuda, donde el mismo era visto como autoridad máxima. Se puede entender que la empresa Appleby (applebyglobal.com) como Transnacional (TNC) de servicios financieros acompañó la expansión de la llamada "industria offshore" y opera en una red de más de 60 oficinas afines vinculadas, tiene más de 470 profesionales legales - especializados, obviamente, en derecho tributario internacional y las arriesgadas operaciones que se derivan - estando en diez sedes físicas, todas «paraísos fiscales». Su matriz global es en Bermuda, pero tiene oficinas en las Islas Vírgenes Británicas, Cayman, Guernese, Hong Kong, Isla de Man, Jersey, Mauricio, Seychelles y Shanghai.

Los Paradise Papers, un esfuerzo investigativo a través del Consorcio Internacional de Periodistas (icij.org), son parte de los Offshore Leaks Database, recogiendo más de 500 mil personas jurídicas reveladas en los Papas de Panamá y Bahamas Leaks (2016), Offshore Leaks (2013) contar investigaciones regulares. En la fuga de Appleby Bahamas surgen tres figuras prominentes en Brasil: los ministros de Hacienda Henrique Meirelles y de la Agricultura Blairo Maggi, además del más rico brasileño en el planeta, Jorge Paulo Lemann y sus socios, Marcel Telles y Beto Sicupira, controladores de la 3G Capital. De forma cruzada, la 3G -que pertenece a los hombres que ocupan la posición 1º, 3º y 4º mayores billonarios del país- tiene participación en veinte empresas ubicadas en paraísos fiscales de la región, además de Bermudas, Cayman y Bahamas. Es interesante observar que en el sitio oficial (3g-capital.com) la empresa tiene sedes físicas en Nueva York, Río de Janeiro y São Paulo, y no en las islas arriba citadas. En el portal bermuda-online.org es posible localizar cientos de empresas con sedes offshore en la isla y también los "líderes mundiales" con cuentas abiertas en esa jurisdicción.

Los números de nacionales no son proporcionales a los nombres descubiertos. A diferencia del volumen de cuentas de brasileños encontrados en el Swiss Leaks (HSBC Suiza, revelados en 2015), constaban 6606 cuentas secretas de brasileños en el país; en Panamá Papers (revelaciones de la empresa Mossack Fonseca - mossfon.com en 2015) localizaron 1707 beneficiarios. Antes de esas dos revelaciones, era común que surgieran depósitos en el exterior a cada escándalo o investigación federal, como en la CPI del Senado investigando el Sistema Financiero nacional y el favorecimiento con informaciones privilegiadas a los mayores especuladores (físicos y jurídicos) siendo alertados de la devaluación del real ante él, dólar. En la ocasión fueron castigados los bancos de inversión Marka (presidido por Salvatore Cacciola) y FonteCindam (presidente Luiz Antônio Gonçalves), siendo que el primero poseía cuentas y empresas de tipo "offshore-onshore" en Uruguay.

Las dos instituciones financieras anteriores fueron las únicas a sufrir sanciones, pero la CPI constató la actuación de otras afines y tomadores de decisión a ambos lados del mostrador (empresas y Estado). Esta complementariedad, donde el ministro actual era el banquero o el CEO de ayer y podría llegar a ser el gerente del hedge fund o director de organismos internacionales de mañana materializa tanto la teoría de las puertas giratorias en la formación de una élite dirigente brasileña transnacional izada como también ejemplifica la captura del Estado por intereses privados, y específicamente financieros y especulativos.

La élite financiera y dirigente de los bancos, fondos de inversión y desgraciadamente, también de la autoridad monetaria nacional, no forman la excepción sino una regla a escala mundial. Con mayor o menor intensidad, así como el sistema financiero invierte su concepción lógica proporcionar créditos, ahorro interno y garantías productivas - y drena recursos para una ganancia de rentabilidad muy superior al de la economía real, lo mismo ocurre cuando estos individuos y sus empresas, así como las Transnacionales de control parcialmente pulverizadas con capital abierto en algunos países operan con holdings y trustes ubicados en "jurisdicciones especiales".

Si hasta los años '80 del siglo XX una de las grandes reclamaciones en América Latina (y en Brasil en específico) además de la estanflación y la deuda externa era la absurda remesa de ganancias poco o nada gravada para las matrices de las TNCs; hoy el cuadro es aún más espeluznante.


blimarocha@gmail.com

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